Al comienzo de mis vacaciones, huyendo de los calores madrileños, nos encontrábamos cuatro almas en mi coche dirección Norte. La charla era amena, ascética y realmente interesante, dado que habíamos logrado sintonizar "Radio WOW".
La tertulia discurría entre lo paketes que son los tanques, los Shadow Bolt de los Locks, BC, HOT's, DOT's, casts, BoW's, EPIIIIXXX, lvling y la dura vida del raider. (Commitment, señores, commitment, no hay otro misterio para el tier 4)
Así que entre tanta charla bullían nuestras neuronas y el "buff" de "well fed" de las porras estaba dejando de hacer efecto.... obviamente era momento de rebufearse.
Fue un momento intenso y digno de nuestro ser ascético.
P.A.- ¿Queréis parar a comer?
Mobs- bueno, vale, pero dónde?
P.A.- ¿Un corderito en Burgos?
.....
el resto es historia como quién dice.
Reservé mesa para 4 en el asador Azofra, sito en la calle Juan de Austria, 22 Burgos. Para los que se conocen algo la ciudad está en la zona de asadores pasada la facultad de empresariales y el parque del Parral. Cualquier taxista o local os dirigirá sin ningún problema.
El Asador dispone de barra a la entrada, caso de ser necesario esperar a la mesa, y puedes ver junto a ella el excelente horno de asar para hacer esos corderitos crujientes y sabrosos.
El restaurante está decorado con estilo clásico, mucha madera y cristales de colores, podría explayarme más pero mi ser ascético me lo impide (por resumir, agradable).
Su especialidad son los cuartos de cordero aunque dispone de una carta bastante variada. Entre otras cosas a recomendar: la ensalada de escabechados, el ciervo, chuletillas de cordero y solomillitos de cerdo. En este viaje no los probé pero están bien presentados y recomendables.
Esta vez comimos:
- Morcilla de Burgos (con 1 unidad por persona más que suficiente, son generosos) acompañada de pimientos
- Mollejas
- Dos cuartos de lechal
- Postres (crema catalana, peras al vino y tarta de queso)
- Botella de Rioja
- Cafés con rosquillas
Todo esto por 150€, a unos 38€ por cabeza con propina.
Las mollejas estaban francamente, esta vez no pedimos riñones porque, al no ser tripalaris el resto de comensales, pues no quisieron, hayba patxi!, pero también los recomiendo, los hacen a la plancha y están fantásticos con la grasita y rodo.
El Lechazo, pues lechazo del bueno y crujiente. He comido muchos y este de los que se puede disfrutar, como siempre un cuarto para dos está bien según los cánones actuales pero recomiendo acompañarlo con algo más porque sino la comida no culmina con el acetismo debido.
Los postres ricos, y las peras al vino son un toque distinto para terminar, dado que combina la fruta y caldito, tenían muy buena pinta aunque no fui yo quién las probó.
Como nota general es recomendable para irse a comer unos buenos cuartos acompañados con los entrantes. El local y el trato es muy bueno y el sitio elegante. Se puede ir perfectamente de comida de empresa o fin de semana. Se ven todas las edades y familias los fines de semana.
Como punto negativo le pongo que a los cafés no ofrecieron los txupitos de rigor bien de orujo o pacharán que suelen servirse. Actualmente es cada vez un estándar y más en Burgos, por lo que no entiendo porqué no sacaron las frascas. Tal vez haya que pedirlas pero entiendo que eso es un detalle de la casa y ha de ofrecerlas.
Así es un restaurante que no llega a los 40€ por persona con cuartos de cordero, entrantes y postres. Lo recomiendo especialmente si se quiere ir para comida de empresa o similar porque da la talla.
lunes, 18 de agosto de 2008
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