jueves, 27 de noviembre de 2008

El reencuentro con el Steak Tartare, La Recoleta

Cualquier día puede ser un gran día. Estamos ya de lleno en el invierno y a veces nos hacemos los remolones, pero hay que armarse de valor y acudir a guarecerse en los templos del ascetismo.

Unos de estos días quedé con una joven pareja de recién casados, a cenar en la recoleta. Al parecer soy el complemento perfecto a cualquier pareja, ponga un ascético en su relación! buena conversación, buen comer y buen beber, de hecho hasta pueden adoptarme incluso. Tengo estudios, sé atarme los zapatos y puedo tirarme horas delante del ordenador sin molestar, para qué los hijos! si puedes conseguirlos ya criados, orondos y educados, todo ventajas, y nunca te dirá nada la suegra de que el niño está muy flaco.

Volviendo al origen, el tartare. Tras desencontrarme finalmente con el Beef Place, desencuentro que se ha visto confirmado tras mi visita por terceros que me han venido a decirme los mismo y que el Beef Place ya no es ni la sombra de lo que fue, vi que además de los solomillos, chorizos criollos, etc tenían el steak tartare anunciado y decidí probarlo.

No me arrepiento. Se lo pedí fuerte y sabroso y me lo sirvió correctamente. La carne bien picada, no demasiado como para no poder morderla, ni tan gruesa que supusiera un engorro al cogerla con el tenedor con un cacho malcolgando. La verdad que no dejé ná, no es que eso sea una novedad pero anduve cerca de lamer el plato, con ascetismo y moderación eso sí, con grandes lametones pero lentos y pausados. slurrrps!

Por lo demás un sitio agradable, se puede fumar, aunque nunca he estado con el restaurante muy lleno y supongo que puede cargarse rápidamente el ambiente y haber mucho ruido, dado que no es particularmente amplio y las mesas están relativamente agrupadas.

Acompañando el tartare pedimos ensalada de gulas y gambas,chorizo y morcilla criolla. Regado con un buen vino y una rondita de copitas para digerir. Al final 50€ por barba.

Otro brindis a favor del ascetismo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Que vivan los bitxos del mar, Marisquería Rianxo

Una vez más nos juntamos el homínido, el txurri y yo, con la sana intención de darnos un homenaje tras un duro día de WAARRRGHHH y pádel.

Es curioso el fenómeno WARGGHHH, WOW y MORG. Es como el fútbol y el sexo, no paras de hablar de él ni te cansas y mola comentarlo con la txupi pandi. Aunque eso sí, no hay color con el fútbol y el sexo, esto es máximo. La gente tal vez te mire raro, pero son porque ni comprenden ni entienden y varios millones de frikis no podemos estar equivocados comentando tácticas, bitxos, zonas y formas de jugar. Además tiene toda una serie de buenas cualidades:
- Es saludable: En vez de andar en bares insalobres y por la calle, mejor en casa ien acondicionada y comiendo euilibrado
- Barato: Te ahorras en copas, cenas, metros, taxis etc, por tan solo el coste de la adsl y una peuqeña cuota mensual
- Socializa: ingleses, daneses, alemanes, letones, polacos, rusos, hasta mujeres!
- Aprendes idiomas: refiriendonos a lo anterior

En fin ya sabéis, no hay como jugar a estos juegos apra estar sano y con dinero en el bolso. Porqué me derivo tanto?, sí, para los homenajes hay que ahorrar, no cae el dinero, así que para ser un buen tripalari nivel 20 hace falta ser un buen roque lvl 70 o chosen lvl 40 :-)

En cuanto al rianxo nos dimos un buen ágape de bitxo y pica pica, ostras, almejas etc. El sitio es de los pijillos tanto por el trato como por el aspecto y también se nota en el precio de la carta, dado que sin pedir una barbaridad salimos a 75€ por cabeza. Me parece justificable para un homenaje puntual para conocerlo o bien para temas de empresa que se quiera dar una buena cena. El trato ya he dicho es muy correcto y agradable, además las filloas con crema de postre están francamente.

Lo dicho, aupa el WARGGHHH!!! y os dejo que tengo al txurri esperando.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Qué bueno puede ser un Lunes , Restaurante Cazorla

Lunes, primer día de la semana, trabajo y toda la semana por delante, pero no por ello va a resultar un mal día. Tras estar porteando, descargando y apretando tornillos todo el día, recibí una llamada de nuestro querido homínido al grito de "Vamos a cenar por ahí, tíiio!". Pese a ser una ser nocturno y claro eslabón evolutivo no es óbice para su buen criterio y ganas de darse unos buenos homenajes. Lamentablemente el Txurri no pudo acudir al nuevo templo que fuimos a descubrir.

Eso sí tuve que encargarme de la reserva y búsqueda de sitio dado que el homínido estaba a otras tareas, como ducharse y acordarse de llegar a la hora.

Al fin nos plantamos en el Restaurante Cazorla, tiene una barra que estaba con gente desgustando raciones y la zona del comedor no es muy grande, para unas 30 personas aproximadamente. Punto para fumadores, se puede en todo el restaurante.

Nos decantamos por el siguiente menú, ante los atónitos ojos de la camarera que íbamos a cenar solo los entrantes, claramente, están acostumbrados a otro tipo de clientes.

- Verbena de Ahumados
- Plato de ibéricos y queso
- Chopitos
- Entrecot
- Cabrito frito con setas y ajetes
- Vino y Cañas
- Postre
- Cafés

Las raciones buenas, a destacar el queso que estaba francamente, curado y sabroso con ese punto como picante de un buen queso curado.

En cuanto a los segundos el frito de cabrito jugoso y bien acompañado con las setas y los ajetes tiernos. En cuanto al entrecot que solicitó el homínido, fue un gran TRUÑO de carne de entecott. Personalmente dudé desde el principio que se lo acabara, pero me sorprendió al sacar fuerzas y dejar ná más que las hebras del entrecott, un gran punto y nivel para él. Estaba jugoso, tierno y salivó ampliamente a lo largo del proceso de ingesta.

Para finalizar nos tomamos unas filloas y un hojaldre de crema, momento en el cual yo estaba más que saciado y nuestro querido homínido a punto de estallar, pero ahí estuvo en la brecha y no dejó nada, ni siquiera la frasca de orujo a cuenta de la casa que nos sirvieron.

Eso sí, tras esto tratamos de ir a tomar una copa dando un amplio paseo, pero nos retiramos al ver que era totalmente imposible que nos cupiera nada más en el estómago, repleto y feliz.

Pedimos una barbaridad para dos, y podría ser fácil comida para cuatro, pero no estamos para arrepentirnos de lo hecho, ni es el objeto de estas cenas. El montante total ascendió a 110€, pero si se va con un punto un poco más prudente en los aperitivos, puede ser un restaurante de entorno a los 40€ por cabeza.